Un ícono más allá de la música
Alaska la reina del pop, si hay una artista en España que ha sabido hacer de la ironía, el descaro y la provocación su sello personal, esa es Alaska. Desde sus inicios en la movida madrileña hasta su consolidación como referente absoluto del pop electrónico con Fangoria, Alaska ha sido mucho más que una cantante: es un símbolo de transgresión, libertad y arte sin complejos.

Con una carrera que abarca más de cuatro décadas, ha sabido reinventarse sin perder su esencia, mantenerse vigente y seguir influyendo en nuevas generaciones. ¿Cuál es su secreto? Quizás su capacidad para mezclar humor, crítica social y un talento innato para la estética.
Los inicios de una estrella contracorriente
Nacida en México como Olvido Gara, Alaska llegó a España con apenas diez años y no tardó en empaparse de la efervescente escena underground que se gestaba en Madrid. Su pasión por el punk, el cine de terror y la cultura alternativa la llevaron a formar parte de la banda Kaka de Luxe, el germen de lo que luego sería Alaska y los Pegamoides.
Con su particular imagen y una actitud desafiante, el grupo marcó el inicio de una nueva era para la música española. «Bailando», el gran éxito de Alaska y los Pegamoides, no solo conquistó las pistas de baile, sino que también se convirtió en un himno generacional.
De Alaska y Dinarama a Fangoria: una evolución sin perder el sarcasmo
Si Alaska y los Pegamoides fueron el despegue, Alaska y Dinarama representaron su consolidación como estrella. Junto a Carlos Berlanga y Nacho Canut, dio forma a una de las bandas más influyentes de los 80 en España. Temas como «A quién le importa» y «Ni tú ni nadie» se convirtieron en himnos de la rebeldía, la autoaceptación y la ironía ante la sociedad.
Sin embargo, la evolución no se detuvo ahí. En los años 90, Fangoria tomó el relevo con un sonido más electrónico, experimental y vanguardista. La esencia de Alaska siguió intacta, pero con una madurez artística que la convirtió en referente de la cultura alternativa y LGBTQ+.
Más que música: Un ícono de la contracultura
Alaska nunca ha sido solo música. Su imagen, su forma de hablar y su capacidad para desmontar prejuicios la han convertido en un personaje mediático y cultural. Desde su participación en programas de televisión hasta su faceta como actriz y presentadora, ha sabido llevar su ironía y su visión del mundo a todos los formatos posibles.
Su relación con Mario Vaquerizo, líder de Nancys Rubias, ha reforzado su figura pública como una mujer que vive su vida sin rendir cuentas a nadie. Juntos, han demostrado que la irreverencia y la autenticidad pueden ser una forma de arte en sí misma.
Frases icónicas que resumen su personalidad
Si hay algo que Alaska domina es la capacidad de respuesta rápida y el uso de la ironía. Aquí algunas de sus frases más memorables:
¿Por qué sigue siendo relevante?
Alaska es atemporal. No importa cuántos años pasen, su música sigue sonando actual, su imagen sigue siendo única y su actitud sigue rompiendo moldes. Ha sabido mantenerse vigente sin traicionar su esencia, adaptándose a los cambios pero sin perder su identidad.
Su influencia en la música, la moda y la cultura pop es incuestionable. Y lo mejor de todo: sigue en activo, sigue creando y sigue sorprendiendo. Alaska no es solo una cantante, es un fenómeno que desafía el tiempo.
📌 ¿Cuál es tu época favorita de Alaska? ¿Pegamoides, Dinarama o Fangoria? Cuéntanos en los comentarios y comparte este homenaje a la irreverente reina del pop.