Nos cuenta su trayectoria profesional desde su trabajo en producción hasta su reconversión hacia el guion y la dirección, también nos habla de su película más reciente, el cortometraje Cosas de chicos, que ha obtenido más de 40 selecciones en festivales nacionales e internacionales y 12 premios.
¿Qué nos puedes contar de Raquel Colera?Raquel Colera nace en 1979 y se cría a las afueras de Colmenar Viejo, un pueblo de la sierra de Madrid. Licenciada en Comunicación Audiovisual, trabaja como Productora, Productora Ejecutiva y Directora de Producción de cine, televisión y publicidad desde hace 20 años. A lo largo de su carrera profesional, ha colaborado con directores como Rodrigo Rodero (El idioma imposible), Ramón Salazar (10.000 noches en ninguna parte) o Inés París (Manzanas, pollos y quimeras).Recientemente, ha reconducido su carrera profesional hacia el guion y la dirección. En 2022 escribe y dirige el cortometraje de ficción Cosas de chicos, con el que lleva más de 40 selecciones en festivales nacionales e internacionales (2 de ellos calificadoresde los Premios Óscar y 12 calificadores de los Premios Goya), y 12 premios.
¿Su punto fuerte?
Soy una persona sensible y muy apasionada. También creo que haber estado años trabajando en puestos de toma de decisiones en el ámbito de la producción aporta una perspectiva muy amplia que ayuda mucho.
¿Su punto débil?
Quizás también mi trayectoria en producción tenga su lado negativo porque me lleva a veces a limitar mis posibilidades creativas. Conocer las dificultades logísticas o económicas de algunas propuestas, me empuja a intentar evitarlas y seguramente no es lo mejor para crear sacar el paraguas antes de que llueva. Soy también un poco desorganizada. A veces caótica.
¿A quién admiraba de niña?
Admiraba a personas muy distintas de ámbitos diversos. En el mundo del cine, sentía una fascinación especial por Pilar Miró. Admiraba su fuerza y su valentía. Todo lo que llegó a hacer en un universo eminentemente masculino.
¿Su primer contacto con el cine?
Desde muy pequeña fui una niña cinéfila. Devoraba películas. Recuerdo que grababa debates sobre cine (Versión Española, Qué grande es el Cine…) y películas, y solía ver una y otra vez las que más me impresionaban. Acabé teniendo una enorme videoteca en cintas VHS que llevé conmigo cuando me independicé y que me acompañó en todas mis mudanzas. Me costó deshacerme de todas esas cintas cuando ya llevaba mucho tiempo impuesto el digital y se rompió mi aparato de VHS. Cuando tenía unos 16 años mi hermano me llevó al rodaje de Carne Trémula porque conocía a alguien del equipo. Era la primera vez que veía un rodaje y aquello me fascinó sobremanera. Conocer toda la artesanía que había detrás de las películas.
¿Qué aporta en su vida el cine?
Como espectadora, el cine me ha dado muchas cosas. Desde los 11 o 12 años fui una niña muy reservada, muy introvertida, socializaba escuchando, pero no me dejaba ver. El cine me ayudó a conectar conmigo misma. Como creadora me ha servido para expresar, para canalizar muchas cosas.
¿Cuándo pensó por primera vez en dedicarse a esto?
No recuerdo un momento concreto. Vengo de una familia mucho más cercana a las ciencias que a las artes: madre física, padre y vari@s herman@s matemátic@s. El cine como profesión nunca formó parte de mi imaginario de lo posible. Cuando tuve que elegir carrera universitaria se me abrió esa posibilidad, estudié Comunicación Audiovisual y Arte Dramático. Los estudios y el nuevo entorno con el que empecé a relacionarme me acercaron esa posibilidad. Hasta que se hizo realidad.
¿Cuál fue su primer trabajo como directora?En la facultad dirigí un par de cortos y aprendí muchísimo, pero eran cortos muy de escuela. Después empecé a trabajar en el ámbito de la producción y, hasta hace muy poco no he vuelto a dirigir. En 2021 codirigí con dos amigas y compañeras de la Residencia Coofilm (Ana Fesser y Silvia Conesa) el cortometraje MEDINA QUERIDA, y en 2022 dirigí en solitario el cortometraje COSAS DE CHICOS, que estamos distribuyendo ahora.
¿Cuál fue la mejor experiencia de trabajo que ha tenido?
Uf. Que difícil pregunta. Me resulta muy complicado elegir una sola experiencia. Recuerdo alguna con especial cariño por lo que han supuesto en mi carrera o/y a nivel personal. El primer cortometraje profesional, fuera del entorno académico, en el que participé (como jefa de producción): Manchas, de Jorge Torregrossa. Lo viví con mucha intensidad, aprendí lo que no está escrito y conocí a algunas personas con las que todavía trabajo, y a las que admiro y quiero, como Isabel Ruiz, mi directora de fotografía y amiga. También fue un proyecto importante para mi carrera el primer largometraje que produje y en el que llevé también la producción ejecutiva: El Idioma Imposible, de Rodrigo Rodero. Rodrigo era mi socio y mi casi hermano, y ambos levantamos la producción de una película desde una productora muy pequeña. Rodamos con en torno a un millón de euros y aprendimos muchas cosas. También cómo es esta industria en la que estamos. Fue muy bonito, pero muy duro. Trabajamos con algunos tiburones desde un lugar muy pequeño y sentimos mucha vulnerabilidad. Este mundo no era tan bonito e idílico como nos pensábamos. Sufrimos y aprendimos mucho. Fue una experiencia que nos marcó mucho a los dos. También allí conocí a mucha gente con la que he seguido trabajando y con la que he mantenido muy buenas y largas amistades. El cortometraje COSAS DE CHICOS, primer corto profesional que dirijo en solitario, ha sido otra de mis grandes experiencias cinematográficas. He aprendido mucho, y me ha gustado verme segura trabajando, sentir que tengo claro lo que quiero contar y desde dónde. Ha sido muy importante hacerlo antes de enfrentarme al largo.
¿Alguna vez pensó en tirar la toalla?Después de rodaje de El Idioma Imposible vino una época de caída, de depresión creativa. Fue muy duro el proceso y nosotr@s éramos más inocentes de lo que creíamos. Fue bonito levantanla sol@s, pero el coste fue alto. No estuve lejos de dejar de hacer cine.
¿Qué nos puedes contar de COSAS DE CHICOS?
COSAS DE CHICOS surgió como proyecto de largometraje antes que de corto. En este momento lo estoy desarrollando con la productora LOBA LOBA pero, mientras, surgió la idea de hacer antes un corto para probar cosas y también para usarlo como carta de presentación de cara al largo. El corto lo produjo Elamedia Estudios y pone el foco en el machismo estructural y cómo este dicta las conductas y adjudica roles e intereses desde las edades más tempranas, siendo especialmente relevante en el paso de la infancia a la adolescencia. Está contado desde el punto de vista de una niña de 11 años que juega con niños, y pone en el centro la importancia del consentimiento en edades tempranas.
¿Por qué recomendaría ver COSAS DE CHICOS?
Creo que no se ha mostrado apenas en el cine, o al menos no en profundidad, el universo preadolescente masculino, con todas sus imposiciones sociales sobre la relación con las mujeres y la mirada hacia ellas, desde el punto de vista de ellas. De las observadas. De las deseadas. De las chicas con las que los chicos tienen que interactuar para demostrar su hombría. Y creo que es muy importante explorar el universo masculino desde ese lugar, porque nos afecta esa mirada. Nos hace daño, nos hace sentir humilladas, culpables, obligadas, avergonzadas. Y nos deja marcas de por vida que muchas veces ni siquiera sabemos que tenemos ni de dónde vienen. Nos afecta, pero nos la han contado poco. O nos la han contado mal.El corto pretende analizar y representar sin juzgar. Entender. Buscar los motivos, las causas, los desencadenantes de una realidad que aceptamos como inevitable pero que no lo es. Explorar en las raíces profundas, aparentemente inofensivas, de aquello que más adelante sí nos alarma.
¿Se siente cómoda con los plazos cortos y las nuevas tendencias en un entorno de ritmo muy rápido?
Me siento mayor con estos ritmos. No me termino de adaptar a ellos, pero intento entenderlos y encontrarles lo positivo. Soy profesora y noto mucho el contraste entre los ritmos de las nuevas generaciones y los nuestros. Escucho mucho a otros profesores o profesionales que sienten que a las nuevas generaciones les falta cultura cinematográfica y literaria, pero yo no estoy de acuerdo con eso. Creo que manejan otros códigos. Han mamado una cultura audiovisual diferente que va a toda velocidad, con unos ritmos vertiginosos y unas posibilidades tecnológicas infinitas. A mí me parece alucinante lo que hacen. Son súper creativos. A veces nos escudamos en una especie de superioridad contra lo nuevo cuando no conseguimos adaptarnos a ello. Pasó lo mismo con la entrada del digital. Para mí todo esto es una oportunidad para aprender nuevas cosas.
¿Cómo se lleva con las redes sociales?
Pues no me llevo mal, la verdad. Es verdad que se han convertido en algo casi ineludible en este mundo nuestro tan subordinado a la imagen, en el que yo no me siento del todo cómoda. Pero he aprendido a divertirme usándolas y me han servido también para que mis trabajos lleguen a más gente. Y para conocer también otros trabajos. Eso está bien. Intento encontrarle a todo la parte positiva. Has aprendido mucho de…De mis padres. De mis heman@s. De mi ex socio y amigo, Rodrigo Rodero. De Ramón Salazar. De Marta Suárez Abril (guionista y amiga) y Carmen Jiménez (guionista, directora y amiga). De mis compañer@s y mentor@s en Residencias y Laboratorios. De mis alumn@s. De la vida. Y, sobre todo, de mis hijas.
¿Cuáles son sus próximos proyectos?
En este momento el proyecto que más tiempo, ganas y energía me ocupa es el largometraje COSAS DE CHICOS, en el que exploro el mismo universo que en el cortometraje, pero en mucha más profundidad y ambientado en el presente, lo cual cambia muchas cosas. Será el primer largometraje producido por Inma Cuesta y Ángeles Maeso, ambas fundadoras de la productora LOBA LOBA. Estamos terminando con el proyecto una etapa muy exitosa de desarrollo en la que ha pasado por las Residencias de la Academia de Cine, COOFILM, Cima Mentoring 1 to 1, Scriptnest, Producers Meet Producers, La Residencia Navarra (LRN), Bolivia Lab, o Madrid Pitch Box. También ganó el premio de guiones de Filmarket Hub 2021. Además, tengo pendiente sentarme con la edición del que será mi primer largometraje documental SIN PECADO CONCEBIDAS, y estoy empezando con la escritura del guion de una miniserie inspirado en un crimen real muy rocambolesco, que será un thriller rural.
Escrito por Nerea Fernández, fotos cedidas Por Raquel Colera.