Cada domingo en nuestra sección dedicada a los grandes artistas, revisamos el legado de figuras que han moldeado el imaginario musical y artístico de nuestro país. Hoy, viajamos por la carrera e impacto de Alaska, la reina absoluta de la provocación estética, la libertad creativa y el pop irreverente.

De Olvido Gara a Alaska: el nacimiento de un icono
Nacida en México y criada en España, Olvido Gara adoptó el nombre de Alaska inspirada por el personaje del filme de ciencia ficción “Liquid Sky”. Fue en plena efervescencia de la Movida Madrileña cuando comenzó a revolucionar la escena musical junto a Kaka de Luxe, y más tarde con Alaska y los Pegamoides, agrupación clave en el desarrollo del new wave y el punk-pop ibérico.
Alaska y Dinarama: los 80 en technicolor
La consolidación de Alaska como estrella llegó con Alaska y Dinarama, donde junto a Carlos Berlanga y Nacho Canut, firmó himnos inmortales como:
- ¿A quién le importa?
- Ni tú ni nadie
- Mi novio es un zombi
Estas canciones no solo se colaron en las listas de éxitos, sino que desafiaron normas sociales y sexuales, convirtiéndose en auténticas banderas del movimiento LGTBIQ+ mucho antes de que eso fuera común en el mainstream.
Más allá de la música: televisión, estilo y activismo
Con la llegada del siglo XXI, Alaska supo reinventarse sin perder un ápice de autenticidad. Su presencia en televisión, sobre todo con «Alaska y Mario» (junto a su marido, Mario Vaquerizo), la transformó en una figura aún más popular, cercana y querida.
Su estética gótica, influencias glam y ADN punk han sido imitadas y veneradas por generaciones. Alaska no es tendencia: es atemporal. Ha colaborado con diseñadores, posado para editoriales icónicas y sigue siendo una referencia para nuevas generaciones de artistas y creadores visuales.
Fangoria: electrónica, ironía y libertad
En los últimos años, su proyecto con Nacho Canut bajo el nombre de Fangoria ha seguido cosechando éxitos y arrasando en festivales. Temas como:
- Retorciendo palabras
- Geometría polisentimental
- Espectacular
confirman que Alaska no es un producto del pasado, sino una fuerza constante de reinvención artística, siempre adelantada a su tiempo.
Alaska en el imaginario cultural
Hoy en día, Alaska es materia de estudio en tesis universitarias, aparece en documentales sobre la historia del pop español y sigue actuando en escenarios de todo el país con la misma energía que en los años 80.
Es una artista que ha roto techos de cristal con tacones de plataforma, que ha cantado al amor libre, a la autoficción, al caos, a la rebeldía con causa y a la belleza de lo diferente.