En un día como hoy, hace 118 años, nacía en Marbella, Málaga, una leyenda del cine español. Rafaela Díaz Valiente, conocida artísticamente como Rafaela Aparicio, dejó una marca imborrable en la industria del entretenimiento con su talento y carisma incomparables. Desde sus humildes comienzos en el teatro hasta su consagración en la gran pantalla, su legado perdura en la memoria de todos aquellos que tuvieron el privilegio de disfrutar de su trabajo.
Rafaela Aparicio nació el 9 de abril de 1906 en Marbella, en la calle Pasaje n.º 8. Hija de José Díaz Aparicio, natural de Linares (Jaén), y de Balbina Valiente Andrés, oriunda de Ulea (Murcia). Aunque pasó su infancia en Marbella, circunstancias familiares la llevaron a residir en diferentes lugares de España, incluyendo La Carolina, Jaén, Sevilla y Córdoba.
Diplomada en Magisterio, Rafaela ejerció como maestra por un breve período antes de seguir su verdadera pasión: el mundo del espectáculo. A los 23 años, debutó en el teatro en Córdoba con la obra “El conflicto de Mercedes”, de los hermanos Álvarez Quintero. Este fue el inicio de una prolífica carrera teatral que la llevó a Madrid en 1931 en busca de nuevas oportunidades, las cuales encontró con creces.
La carrera cinematográfica de Rafaela Aparicio es tan extensa como impresionante. Con más de cien películas en su haber, principalmente comedias, dejó una marca indeleble en la gran pantalla. Destacó en películas como “El último cuplé” de Juan de Orduña, “La vida por delante”, “La vida alrededor”, “El extraño viaje” y “El mar y el tiempo” de Fernando Fernán Gómez, así como “Ana y los lobos” y “Mamá cumple cien años” de Carlos Saura, entre muchas otras.
Además de su brillante carrera en el cine, Rafaela Aparicio conquistó los hogares españoles a través de la pequeña pantalla. Su participación en la serie televisiva “La casa de los Martínez” (1966-1970) la catapultó a la fama y la convirtió en una de las actrices más queridas por el público.
La inigualable trayectoria de Rafaela Aparicio fue reconocida con numerosos premios y distinciones a lo largo de su carrera. Recibió la Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo, dos medallas del Círculo de Escritores Cinematográficos, el Premio Nacional de Cinematografía y dos premios Goya, incluido el de Honor en 1988.
Aunque Rafaela Aparicio nos dejó físicamente el 9 de junio de 1996 en Madrid, su legado perdura en cada actuación, en cada sonrisa que regaló al público y en el corazón de aquellos que tuvieron el privilegio de conocerla, tanto en la pantalla como en la vida real. Hoy, en el aniversario de su nacimiento, recordamos con cariño y gratitud a una de las figuras más emblemáticas del cine español. ¡Gracias, Rafaela, por tu eterno talento y tu inigualable humanidad!